jueves, 28 de mayo de 2015

MIGUEL HERNANDEZ

                       Miguel Hernández




MIGUEL HERNANDEZ GILABERT

Miguel Hernández
Miguel Hernández Gilabert.
 (Orihuela, 30 de octubre de 1910 - Alicante, 28 de marzo de 1942). 
Poeta y dramaturgo español.
De familia humilde, tiene que abandonar muy pronto la escuela para ponerse a trabajar; aún así desarrolla su capacidad para la poesía gracias a ser un gran lector de la poesía clásica española. Forma parte de la tertulia literaria en Orihuela, donde conoce a Ramón Sijé y establece con él una gran amistad.
A partir de 1930 comienza a publicar sus poesías en revistas como El Pueblo de Orihuela El Día de Alicante. En la década de 1930 viaja a Madrid y colabora en distintas publicaciones, estableciendo relación con los poetas de la época. A su vuelta a Orihuela redacta Perito en Lunasdonde se refleja la influencia de los autores que lee en su infancia y los que conoce en su viaje a Madrid. 

Ya establecido en Madrid, trabaja como redactor en el diccionario taurino de Cossío y en las Misiones pedagógicas de Alejandro Casona; colabora además en importantes revistas poéticas españolas. Escribe en estos años los poemas titulados El silbo vulnerado Imagen de tu huella, y el más conocido El Rayo que no cesa (1936).
Toma parte muy activa en la Guerra Civil española, y al terminar ésta intenta salir del país pero es detenido en la frontera con Portugal.  Condenado a pena de muerte, se le conmuta por la de treinta años pero no llega a cumplirla porque muere de tuberculosis el 28 de marzo de 1942 en la prisión de Alicante.
Durante la guerra compone Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha(1938) con un estilo que se conoció como “poesía de guerra”. En la cárcel acabó Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941). En su obra se encuentran influencias de Garcilaso, Góngora, Quevedo y San Juan de la Cruz.

                              ESTAS SON TRES DE SUS OBRAS MAS CONOCIDAS 


1934.- "El torero más valiente"

No me mató el toro
 ¡ay, triste de mi¡ 
Me mató la envidia negra y carmesí:
 Me vio entre los cuernos y no quiso ir 
a salvar mi vida de aquel frenesí 
porque ejecutaba yo mejor que él 
la suerte más bella, la del volapié.
 ¿Hay, señores mío,
 quien quiere saber cómo se apellida 


1936.- "El rayo que no cesa"

Tengo estos huesos hechos a las penas
 y a las cavilaciones estas sienes:
 pena que vas, cavilación que vienes 
como el mar de la playa a las arenas.
 Como el mar de la playa a las arenas, 
voy en este naufragio 
de vaivenes por una noche oscura de sartenes redondas, 
pobres, tristes y morenas.
 Nadie me salvará de este naufragio
 si no es tu amor, la tabla que procuro, 
si no es tu voz, el norte que pretendo.
 Eludiendo por eso el mal presagio 
de que ni en ti siquiera habré seguro, 
voy entre pena y pena sonriendo. 


1937.- "Viento del pueblo. Poesía en la guerra"

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.



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